Todo nos pareció maravilloso. El check-in, la suite, los restaurantes, la playa, el servicio de la gente, el mantenimiento que se le da a la propiedad; había gente arreglando jardines, pintando corredores y cuartos, etc. La comida en restaurantes de especialidades muy buena. La del buffet no tan buena. Había mucha variedad pero le hacía falta sazón y al pasar las horas la comida del buffet ya no parecía muy apetecible. Reconocimiento al chef Esteban, a Pancho en los ceviches, Brenda en actividades. La señorita Saira en la cafetería debería tomar un curso de amabilidad y trato con clientes… su actitud y trato muy grosera. Pero en general una maravillosa estancia. Gracias Hyatt Ziva!