Una estancia estupenda. Siempre que puedo me alojo en este hotel cuando visito Toledo. El servicio fue impecable en todos los aspectos. Desde el momento en que llegué, fui recibido con una calidez y amabilidad excepcionales.
El trato del servicio de recepción fue amable y servicial, en particular Irene, quien me ofreció recomendaciones útiles durante mi estancia. También quiero destacar la profesionalidad y el buen servicio por parte de los camareros y camareras del salón.
Las instalaciones del hotel son simplemente deslumbrantes. Mi habitación era espaciosa, elegante y cómoda, con todas las comodidades que podría desear. La limpieza y el mantenimiento de las áreas comunes y las habitaciones fueron impecables en todo momento.
El restaurante del hotel también merece una mención especial, que tiene una gran variedad de platos excepcionales y de gran calidad.
Sin duda mi sitio favorito de Toledo.