La atención del personal es muy buena. Las habitaciones muy viejas, mobiliario viejo, bastante sucio (puerta llena de dedos), colchones y almohadas deplorables, falta cubre camas, silla toda descosida! He tenido que pedir cambio de habitación por tener un olor a cerrado muy fuerte! No es el estado esperado para un hotel Meliá!