Es un hotel sin "grandes pretensiones", pero está limpio y cómodo para un par de noches. El personal de recepción es especialmente atento y agradable, sobre todo Fernando. Las habitaciones tienen un tamaño adecuado, y el servicio de habitación deja todo muy bien por la mañana. Aparcar en la zona es muy difícil y el parking que ofrecen está en el edificio de enfrente, no es lejos, pero sí caro: 15€ noche, que si los comparas con los hoteles del centro (18€), es demasiado. La zona es ruidosa de noche, pero el hotel tiene buen ventanal de aislamiento. Quedamos contentos.