Un hotel termal muy familiar con una preciosa vista a la cordillera. Buen bufete de desayuno y buena carta al momento de almuerzo y cena. Para el precio que se pide queda corto en cuanto a relación de calidad/precio, ya que las amenidades en habitación son mínimas y no se ofrecen otras actividades salvo la entrada a la piscina. En general es un muy buen hotel para ir en familia un fin de semana.