No siempre es sencillo encontrar alojamiento para ir en silla de ruedas, pero esta casa es de una sola planta y apenas tiene un pequeño escalón en la entrada. La persona que iba en silla de ruedas tuvo autonomía para entrar, salir y moverse a gusto.
Es cierto que la casa no está adaptada como tal, es decir el baño tiene una ducha normal y el inodoro no tiene barra. Hay alguna habitación que es muy pequeñita y si la silla es ancha no entrará por las puertas de dentro de la casa. Pero para nosotras fue suficiente.
Lo mejor de la casa es la ubicación y la tranquilidad de estar en medio de los arrozales sin vecinos ni nadie que moleste. En algunas habitaciones pasamos un poco de calor, hay que tener en cuenta que el aire acondicionado y el ventilador están en el salón.