Me pareció algo no tan bueno, que al estar el hotel en la frontera no cuentan con personal bilingüe, lo cual dificultó la comunicación. Las máquinas expendedoras de refrescos no estaban surtidas y una de estas se quedó con mi feria.
El precio la verdad está muy elevado considerando la calidad y comodidad de la habitación, pues los colchones no son tan comodos, los muebles están rallados, aparentemente viejos. Sábanas y colchas percudidas y tallas duras y rasposas.