Zona supercentrica, en pleno centro de Gran Vía. El personal muy amable, entramos de madrugada y salimos muy pronto por la mañana y el trato perfecto. El edificio es un poco antiguo y el ascensor da un poco de mal rollo, pero el piso está reformado con un aspecto moderno. La habitación estaba bien de tamaño, lo que si, el baño era demasiado pequeño, era un armario transformado en baño. El ruido exterior en algunos momentos era demasiado, a pesar de ser un cuarto piso. Las puertas hacían demasiado ruido