El trato de la familia que regenta la posada es de sobresaliente, te hacen sentir como en casa!! Te ayudan a preparar las rutas de dónde ir, según lo que quieras hacer (importante ir con el mapa para apuntarlo, jejeje). Es un paraje sensacional, estas a 5 y 10 minutos de 2 playas en coche, y a media hora de los puntos a visitar más frecuentes. Estando en mitad de la naturaleza, en un entorno maravilloso, en silencio y sin el agobio de la multitud.
Limpian lavabo y hacen la cama todos los días.
El desayuno suele ser de tostadas con diferentes tipos de pan, zumo de naranja recién exprimido, sobaos de pasiego, madalenas, lentes de chocolate, café, leche, yogurt artesano con arándanos..., se agradece un desayuno saludable.
Realmente ha sido una estancia sensacional!!