Me gusto los alrededores y su tranquilidad. Rodeados de campos. A unos minutos en coche de Santillana.
Las instalaciones no estaban mal, todo rustico. la limpieza bien y normas covid bien. El desayuno muy bien, y la persona al cargo muy atenta.
Lo que menos me gusto fue:
Solo vimos un par de minutos a la persona encargada de la posada cuando llegamos, me dijo cual era el horario del desayuno, me dio las llaves para entrar y ya esta.
La puerta de la habitación rascaba en el suelo , tenia que hacer fuerza para empujar, y toda la posada podia oir el enorme ruido cuando abriamos o cerrabamos. Fuertes olores a desagues procedentes del baño y telefono de la ducha roto.