Probablemente una de las mejores experiencias que he tenido en mi vida. El hotel, de 10 en todo: limpieza, ubicación, vistas, comodidad, instalaciones, servicios, comida, precio... Especial mención para Miguel y Manolo, que son dos profesionales como la copa de un pino, además de amables, simpáticos y cercanos. Nuestra experiencia no hubiese sido la misma sin ellos. Igualmente, Joaquín, el dueño, es de esos jefes que buscan lo mejor para el cliente y se preocupa por que todo esté a la perfección. Ojalá hubiera más como él. Dicho incluso por sus empleados. Jardinero, la chica de la central de reservas... Todo el staff fue maravilloso. Sin duda, repetiremos, y animamos a todo el que quiera vivir una experiencia inolvidable, que no se lo piense.